esta claro es que lo mejor es provocar a la gente para que hagan las cosas. Ayer les pedía a los de Sevilla una crónica de la carrera y Jesús se ha puesto manos a la obra y aquí está. Repito enhorabuena a los cinco por lo de ayer.

Como últimamente nos pasa,  por problemas en el guardarropas, no pudimos calentar y tuvimos que colocarnos directamente en la salida, como bien afirmó Juan Carlos," ¿calentar?, tenemos 42 km por delante para hacerlo" (sigue)

 

Empieza la carrera,  a duras penas conseguimos mantenernos juntos los cuatro, pero en cuanto enfilamos la primera gran avenida ya vamos a ritmo, hay que destacar que Fernando desde el primer kilómetro hasta el 40 nos cantó cada parcial que reflejaba el GPS y además nos avisaba: ¡¡sujetaos¡¡, ¡¡vamos bien¡¡.
Aparece el km 10 , el  Puente de la Barqueta y por supuesto los primeros ánimos de nuestras familias, estábamos enteros los cuatro,  en cuatro quilómetros más nos dimos cuenta que íbamos tirando de un grupo de unos veinte corredores detrás. Seguimos, km 16, sorpresa, vuelven a aparecer los gritos de ánimo de las chicas,  eso nos espolea un poco mas, poco antes de la media empiezan las paradas fisiológicas, primero Manuel, que se pega un palizón impresionante para volver al grupo,  luego Juan Carlos, que pasó la media con cuarenta segundos de retraso que luego nos recuperó sin despeinarse, y no es porque esté rapado.

Llega el Km veintiseis o veintisiete, a Manuel le llega un problema muscular que le obliga a bajarse la media de compresión y provoca que se descuelge del grupo, llegamos al Estadio del Betis,  doblamos a la derecha a una gran avenida, aún conociendo el peligroso  asfalto de esta vía, que tiene grandes grietas provocadas por la dilatación, Fernando tropieza y a punto está de doblarse el tobillo, es en este lugar donde se empiezan a ver las primeras víctimas del "hombre del mazo". Así llegamos hasta las inmediaciones de la Plaza de España donde nuevamente las chicas nos esperaban para dar nuevos ánimos antes de volver a cruzar el río.

Ya en el puente empezamos a ver por el suelo, esos complementos de los corredores que empiezan a sobrar, guantes, gorros, pasamontañas y comenzamos a bordear el recinto ferial que todo hay que decirlo, tiene algo en pendiente o ya nosotros empezamos a notar el cansancio. LLegamos al puente del Cachorro, pasando por su pequeña rampa y enfilamos la Avenida del Torneo. Llegando al treinta y siete o bien pudiera ser el treinta y ocho, un paisano que se encontraba sólo ahí plantado nos exclama: ¡¡venga chicos, que vais para tres cero cinco¡¡. y lo cierto es que a los tres nos sonó como una predicción y bendición de alguien que entendía de esto, lo que nos insufló nuevos ánimos, necesarios a estas alturas.

Una vez enfilado nuevamente el Puente de la Barqueta no haces otra cosa que pensar:"esto está hecho", y así aparece  Parque del Alamillo donde no sólo seguimos pasando corredores, sino que, a pesar de intentarlo alguno, no consiguen engancharse a nosotros.

Por fin estamos en el Estadio, enfilamos el tunel del estadio, momento impresionante, y en un momento me quedo cortado por un corredor que se para en seco, aún así Juan Carlos y Fernando esperan y conseguimos llegar los tres juntos.

Finalmente decir que a pesar de todo, hemos corrido con el handicap de no contar con el maestro y gran corredor  Primo del que nos hemos acordado muchísimo y como no decirlo de la siempre gratificante compañia de "las muñequitas" , Mario y Enrique, de los que especialmente, he notado  su ausencia.
Evento relacionado: Maratón de Sevilla (2010)